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  • ¿Tu boda es en verano? Todo lo que necesitas saber para que sea un éxito.

    En este artículo voy a contarte todo lo que necesitas saber para que tu boda en verano sea un éxito.

    Los meses de Julio y Agosto, lo tienen todo para que una boda en verano sea mágica: días largos, flores en su punto, cielos despejados y ese aire relajado que hace que todo parezca más especial. Pero también trae consigo retos que muchas parejas no ven venir: calor extremo, flores que no aguantan, invitados incómodos, maquillaje derretido… y lo último que quieres es que tu gran día se convierta en una batalla contra el sol.

    No te preocupes. Aquí tienes todo lo que necesitas saber para que tu boda de verano no solo sea bonita, sino también cómoda y bien organizada. Porque sí, es totalmente posible tener una boda espectacular en julio o agosto… si se hace con cabeza (y corazón).

    Foto de boda en verano de Jose Miguelo Ferrandis

    Elige bien la hora de tu ceremonia:

    En verano, sobre todo aquí en el Sur, el calor no perdona, y si celebras tu boda al aire libre a medio día, tú y tus invitados vais a sufrir. Lo primero a tener en cuenta es la hora de la ceremonia, pues en base a esto, se realizará todo el timing del día de la boda.

    Elige una hora en la que el sol ya esté bajando, teniendo mucho en cuenta si la ceremonia será en lugar cubierto como una Iglesia o al aire libre, a partir de las 18:00 horas es la mejor opción, incluso las 19:00, dependiendo de la duración de la ceremonia y la distancia desde el lugar de la misma al sitio de celebración.

    Una boda al atardecer tiene una luz preciosa para las fotos, los invitados están más relajados y el ambiente se vuelve más romántico y especial. Además, si haces un cóctel al aire libre o una cena bajo guirnaldas de luces, todo se vuelve mágico… y mucho más soportable, cómodo y agradable.

    Flores que resisten y enamoran:

    Las flores son una parte esencial de cualquier boda, pero en verano necesitan atención extra. Algunas se marchitan en cuestión de minutos bajo el sol. Por eso, lo mejor es elegir especies resistentes, como paniculata, eucalipto, margaritas, craspedias o flores secas.

    También es fundamental contar con una florista que trabaje bien el tratamiento e hidratación de los arreglos. A veces, menos es más: no necesitas un arco gigante de flores si no va a aguantar el calor. Mejor algo más sencillo y duradero, pero bien hecho.

    Y si tienes duda, apuesta por lo local y de temporada. Las flores de la zona siempre aguantan mejor las condiciones del entorno.

    Looks ligeros, tejidos naturales y estilazo:

    Este punto es clave, sobre todo para ti, que vas a vivir ese día al 200%. Los vestidos de novia en verano deben ser cómodos, ligeros y pensados para dejarte respirar. Los tejidos como la gasa, la organza, la seda natural o el crepé vaporoso funcionan de maravilla.

    Olvídate de capas, corsés apretados o volúmenes exagerados. No necesitas sacrificar estilo: hay muchísimos diseños con caída elegante y detalles preciosos que se adaptan a climas cálidos. ¿Velo largo? ¿Por qué no? Pero asegúrate de que sea fino y fácil de retirar si lo necesitas.

    Para el maquillaje, apuesta por acabados naturales, productos waterproof y fijadores. Y para el peinado, estilos recogidos o semirecogidos que te despejen la cara, y si hay humedad, evita los rizos marcados. Menos es más… y más fresco.

    Boda de Sara y Rhapael hecha por Jose Miguel Ferrandis.

    Detalles que cuidan: bebidas frías, sombra y kits salvavidas:

    En las bodas de verano, lo que más se agradece son esos pequeños gestos que muestran que has pensado en el bienestar de todos. Coloca un rincón con aguas saborizadas, limonadas, tés helados o incluso polos artesanales.

    Prepara zonas con sombra: carpas, sombrillas o zonas chill-out bajo árboles o pérgolas. No tiene por qué ser caro ni complejo, pero sí es fundamental para que la gente no busque refugio constantemente.

    Y algo que enamora a los invitados: los kits de bienvenida. Puedes incluir abanicos, sombreros, toallitas refrescantes, pañuelos de papel, protector solar, repelente de mosquitos y hasta tiritas para los pies. Son detalles que no solo cuidan, sino que también emocionan.

    Ambiente y música para una tarde de verano inolvidable:

    El verano tiene algo especial… y eso debe sentirse en tu boda. Aprovecha el aire libre para crear ambientes únicos: luces colgantes, guirnaldas, farolillos o velas, rincones con alfombras y cojines, mesas de madera sin manteles, flores silvestres…

    La música también tiene que acompañar ese ambiente relajado. ¿Un grupo acústico en directo para el cóctel? ¿Un DJ con ritmo tropical al caer la noche? Las bodas de verano invitan a pasarlo bien, así que crea una experiencia desde el primer momento.

    Una boda es una celebración, sí, pero también es una vivencia que se queda en la memoria cuando se cuida el ambiente, la música y los tiempos.

    Errores que puedes evitar fácilmente:

    Porque sí, hay cosas que se repiten verano tras verano y que tú puedes evitar con un poco de previsión:

    • Menús muy pesados con cremas calientes o carnes densas: opta por platos frescos, ceviches, ensaladas, pescados suaves y postres ligeros.
    • Ceremonias largas bajo el sol: brevedad, sombra y agua para los asistentes.
    • Zapatos cerrados o muy delicados en entornos con césped, playa o calor: elige comodidad con estilo.
    • Centros de mesa con flores que no resisten: consulta siempre a un florista con experiencia en bodas veraniegas.
    • No tener plan B: incluso en verano puede llover o hacer un calor insoportable. Un plan B bien pensado salva tu día.
    Foto de una boda en Agosto hecha por Jose Miguel Ferrandis.

    Y lo más importante: no lo hagas sola:

    Organizar una boda en verano requiere planificación, visión y experiencia. No es solo montar mesas bonitas, sino anticiparte a cada detalle para que tú y tus invitados solo os ocupéis de disfrutar.

    Una Wedding Planner conoce el terreno, sabe qué proveedores funcionan mejor en cada época y cómo adaptar cada decisión a tus necesidades. Desde el timing perfecto hasta evitar los errores típicos de las bodas veraniegas, contar con una ayuda profesional marca la diferencia entre “qué bonito todo” y “¡qué boda tan cómoda, emotiva y divertida!”

    Si te casas en verano y quieres que tu boda fluya como una brisa suave, podemos hablar. Te invito a reservar una videollamada sin compromiso desde mi página de asesoramiento online.

    Tu gran día no tiene por qué ser un mar de calor y nervios. Puede ser justo como lo sueñas, y un poquito más.

  • Tu boda íntima en Málaga: Guía para parejas que buscan algo especial

    ¿Estás pensando en organizar una boda íntima en Málaga? Las bodas pequeñas están ganando cada vez más protagonismo entre las parejas que desean una celebración auténtica, emotiva y sin agobios. Málaga, con su clima privilegiado, su luz mediterránea , sus playas y sus escenarios llenos de encanto, es el lugar ideal para celebrar una boda íntima y especial. En esta guía te cuento que tienes que saber y que tener en cuenta para que todo sea perfecto.

    ¿Qué es exactamente una boda íntima?

    Una boda íntima no es solo una boda con pocos invitados. Es una celebración muy personal, cuidada al detalle, donde cada elección refleja la historia y esencia de la pareja. Generalmente tienen entre 10 y 50 invitados, lo que permite crear una atmósfera cercana y emocional. Este tipo de bodas permiten conectar profundamente con los seres queridos y vivir el día de forma más relajada y auténtica.

    ¿Por qué organizar una boda íntima en Málaga?

    Porque Málaga tiene algo especial. Es esa mezcla de luz, olor a jazmín y brisa cálida que envuelve cada rincón. Es el sonido de las olas al fondo mientras das el “sí, quiero”, el cielo encendido al atardecer sobre una finca escondida entre olivos, o el encanto de una pequeña calle empedrada en un pueblo blanco donde todo parece sacado de una postal. Celebrar una boda íntima aquí no es solo elegir un lugar bonito: es crear una experiencia llena de emoción y autenticidad.

    Una boda íntima en Málaga te permite escapar de lo convencional. Aquí no hay prisas ni protocolos rígidos. Tú decides si quieres casarte frente al mar, en un jardín secreto o en un cortijo con siglos de historia. Y lo mejor es que puedes compartirlo solo con quienes de verdad importan: tu círculo más cercano, las personas que te hacen reír hasta que lloras, que han estado en los momentos buenos y no tan buenos.

    Además, hay algo muy bonito en poder mimar cada detalle con calma. Como hay menos gente, puedes permitirte cuidar más el menú, la decoración, los regalitos… y todo cobra más sentido. Cada rincón habla de vosotros, cada decisión cuenta. Málaga, con su alma abierta y su espíritu alegre, se convierte en el cómplice perfecto para una celebración sincera, cercana, inolvidable.

    Málaga vista desde el Gran Hotel Miramar un día precioso de boda.
    Amanda Watt

    Los mejores lugares para celebrar una boda íntima en Málaga:

    En Málaga, casi cualquier rincón puede convertirse en el escenario perfecto para una boda íntima. Y no, no hace falta un castillo (aunque también los hay). Basta con un espacio con alma, que os haga sentir cómodos, como en casa… pero más bonito. Puede ser una casa rural entre almendros, una terraza con vistas al mar o una finca con buganvillas trepando por las paredes. Lo importante no es que sea grande ni lujoso, sino que tenga encanto y encaje con vuestra forma de ser.

    Hay espacios que simplemente lo tienen todo. Por ejemplo, Restaurante La Tirana en Marbella es perfecto si os gusta el aire señorial, los jardines con historia y la buena cocina. Si preferís algo más rural y tranquilo, con vistas a la montaña y un ambiente andaluz auténtico, el Hotel Cortijo Bravo es una joya escondida en la Axarquía. Y si soñáis con una boda junto al agua, en plena naturaleza, el Hotel La Viñuela & Spa tiene un entorno espectacular a orillas del embalse, ideal para una celebración íntima y relajada.

    Lo bonito de las bodas íntimas es que todo fluye de forma más natural. Podéis elegir un sitio que os emocione de verdad, no el típico salón de bodas con mesas numeradas. Aquí mandáis vosotros: si queréis cenar bajo las estrellas, brindar al atardecer o hacer una ceremonia entre árboles, Málaga os da todas esas posibilidades y más. Y como hay menos invitados, no necesitáis un espacio enorme; eso abre la puerta a lugares preciosos que solo funcionan con grupos reducidos y que tienen un encanto muy, muy especial.

    Ventajas de una boda pequeña y personalizada:

    Lo sé: a veces parece que si no invitas a 150 personas, no es una “boda de verdad”. Pero, créeme, las bodas pequeñas tienen una magia única. Hay una conexión real con cada persona que asiste. No os pasáis el día saludando de mesa en mesa sin poder respirar; al contrario, os da tiempo a disfrutar, a abrazar sin prisas, a mirar a los ojos.

    Y luego está el tema práctico. Cuando reduces la lista de invitados, puedes invertir más en los detalles que realmente te hacen ilusión. ¿Queréis una mesa imperial llena de flores silvestres? ¿Un cóctel con música en directo? ¿Un menú con los platos que os recuerdan a vuestros viajes? Todo eso es más fácil de conseguir en una boda íntima. No se trata de gastar más, sino de gastar mejor, con cariño y con intención.

    Además, se nota mucho la diferencia en el ambiente. Hay algo muy especial cuando la boda se celebra entre personas que se conocen, que se aprecian, que están ahí porque de verdad quieren compartir ese momento con vosotros. Se crea una energía preciosa que es difícil de describir… pero que se siente desde el primer minuto.

    Boda íntima en Restaurante La Tirana en Marbella.
    Tania

    El papel de la wedding planner en este tipo de bodas:

    Una boda íntima parece más sencilla, pero créeme que necesita mimo. Y ahí es donde entro la Wedding Planner. No se trata solo de coordinar a los proveedores o tener el timing controlado. Se trata de captar lo que queréis, de traducirlo en detalles, en ambientes, en momentos. Una Wedding Planner se sienta con las parejas, las conoce, sabe qué les mueve. Porque en una boda íntima no hay espacio para lo impersonal: todo tiene que hablar de vosotros.

    Además, como muchas veces elegís espacios menos convencionales —una casa alquilada, una finca sin personal propio, un jardín privado— hace falta alguien que lo hilvane todo para que funcione. Desde colocar las sillas con gusto hasta que el DJ sepa cuándo poner esa canción especial que os representa. La Wedding Planner se encarga de que todo fluya.

    Ideas para personalizar tu boda íntima en Málaga

    Aquí es donde podéis dejar volar la imaginación. Las bodas pequeñas os permiten hacer cosas que serían impensables en una celebración grande. Desde escribir vuestros propios votos hasta preparar una ceremonia simbólica con vuestra historia, todo se puede adaptar. Una vez ayudé a una pareja a montar un rincón de recuerdos, con fotos de sus familias y objetos con significado. Hubo lágrimas, risas y un montón de abrazos.

    También podéis sorprender a vuestros invitados con detalles hechos a mano, con una playlist creada por vosotros, o con un menú que cuente vuestra historia a través de los sabores. He visto parejas regalar minibotellas de vino con etiquetas diseñadas por ellos, o cambiar el baile nupcial por un karaoke espontáneo con sus amigos. Esa libertad, esa autenticidad, es lo que convierte una boda íntima en una celebración inolvidable.

    Crea una experiencia completa en torno a tu boda:

    Y ya que venís a Málaga, ¿por qué no alargar un poco la fiesta? Muchas parejas aprovechan para quedarse unos días más, hacer una escapadita por la Axarquía, una ruta de tapas por el centro o incluso una cena en barco con sus más cercanos. Las bodas íntimas os dan esa libertad de convertir la boda en una experiencia. No es solo un día: puede ser un fin de semana, o incluso una mini luna de miel sin moveros de aquí.

    Hay algo muy especial en levantarte al día siguiente de la boda, tomarte un café con los tuyos y comentar los mejores momentos. Reírte de los nervios, de los brindis interminables, de los bailes improvisados. Al final, son esos momentos los que se quedan en la memoria.

    ¿Te gustaría organizar tu boda íntima en Málaga pero no sabes por dónde empezar?
    Estoy aquí para ayudarte a darle forma a esa idea que tienes en la cabeza y convertirla en un día inolvidable. Si quieres que hablemos tranquilamente, puedes reservar tu primera sesión de asesoramiento online aquí. Estaré encantada de acompañarte en este camino tan bonito.

  • La importancia de la Coordinación del Día B.

    Tu boda en manos expertas, en la Coordinación de tu Día B.

    La importancia de la Coordinación del Día de tu boda, empieza a estar presente cuando sueñas con tu boda, imaginas momentos llenos de amor, emoción y alegría.

    Piensas en los pequeños detalles que la harán única: ese rincón especial que preparaste con tanto cariño, la música que te hace vibrar o la sonrisa de tus invitados al verte caminar hacia el altar.

    Sin embargo, a medida que el gran día se acerca, muchas parejas y sobre todo novias que han llevado gran parte del peso de la organización, comienzan a sentir algo que no esperaban: el peso de todas esas decisiones empieza a transformarse en preocupación.

    ¿Quién se asegurará de que todo salga como lo habías planeado? ¿Quién controlará los tiempos, los proveedores, los imprevistos? ¿Podrás realmente disfrutar de tu boda si tienes que estar pendiente de todo?

    Aquí es donde aparece una figura imprescindible que a menudo se pasa por alto: la de una Wedding Planner.

    Coordinación Día B
    Jose Miguel Ferrandiz

    Es normal pensar que, si has organizado toda tu boda, el día del evento todo fluirá solo. Pero la realidad es muy diferente.

    Durante el Día B, todo sucede a gran velocidad, y las emociones son tan intensas que gestionar los pequeños detalles puede convertirse en una fuente de estrés que empañe lo que debería ser un recuerdo inolvidable.

    La Coordinación del Día B consiste precisamente en eso, en tener a una persona de confianza que conozca tu boda como tú, que entienda cada detalle y cada prioridad, y que sea capaz de supervisarlo todo sin que tengas que preocuparte por nada.

    No se trata solo de estar allí. Se trata de estar pendiente de que los proveedores lleguen a tiempo y monten todo correctamente, de que la ceremonia empiece cuando debe, de que el cóctel esté preparado al terminar la ceremonia, de que el seating plan esté en su sitio, de controla la llegada del bus, de resolver con discreción cualquier pequeño imprevisto que pueda surgir, y sobre todo, de protegerte a ti de cualquier preocupación.

    La importancia de tener una Wedding Planner el día de tu boda.

    Coordinación del día de la boda
    Carmen Vallejo

    Porque el día de tu boda, tu única responsabilidad debería ser vivir cada instante con plenitud. Dejarte llevar, emocionarte, bailar, abrazar, reír.

    Y todo eso solo es posible cuando sabes que, pase lo que pase, alguien de tu plena confianza está al mando de todo lo demás.

    He visto cómo muchas parejas, pensando que podían con todo, terminaban el día agotadas, perdiéndose momentos mágicos por tener que responder a llamadas, dirigir proveedores o atender pequeños fallos. Y créeme, después de tanto trabajo y tanta ilusión, no deberías cargar con esa responsabilidad en el momento más importante de tu vida.

    La Coordinación del Día B no es un lujo, es una necesidad real si quieres disfrutar de tu boda como mereces.

    No tienes que hacerlo todo tú. No tienes que renunciar a disfrutar de tu boda para que todo salga bien. Tu Wedding Planner será esa persona que te apoya, que te entiende, que sabe lo importante que es cada detalle para ti y que hará todo lo necesario para que ese día sea perfecto.

    Si sientes que se acerca tu boda y empiezas a preguntarte por cómo lograrás estar en todo, quiero que sepas que no tienes por qué cargar con ese peso, una Wedding Planner será tu mejor aliada.

    Y si tu boda va a ser en Málaga, Marbella o la Costa del Sol…¿Hablamos? Estaré encantada de acompañarte en el día más bonito de tu vida.

    Coordinación de bodas
    Gustavo Valverde
  • La Boda de María y David en Málaga

    La boda de David y María en Málaga, una boda precedida por la inseguridad y el miedo.

    David, un chico Asturiano que reside en Madrid y María, una chica malagueña que decidió probar Madrid como lugar para formarse profesionalmente. Madrid fue el destino de ambos y el origen de su boda en Málaga.

    David durante los preparativos de su boda en Málaga.
    Carlos Felipe
    María durante los preparativos de su boda en Málaga.
    Carlos Felipe

    Esta pareja llegó a mi buscando la Coordinación para el día de la boda en Málaga, habían decidido casarse aquí, en la tierra de ella pero tambien querían una boda con sabor a Asturias, la tierra de David. Tenían claro que querían una boda religiosa, que oficiaría un parroco amigo de la familia de María, en la Parroquia de Los Santos Mártires en pleno centro de Málaga, a medio día.

    La fecha de la boda sería el 16 de Noviembre, querían un coctel largo, con música para bailar y disfrutar junto a sus familiares y amigos. La idea era tener una boda sentida, romántica y divertida.

     Ya habían trabajado muchísimo hasta el momento y eran muy conscientes de la necesidad de que alguien se hiciera cargo de todas las tareas el día de su boda, ellos querían disfrutar y así me lo transmitieron en aquel primer encuentro físico en Plaza Mayor junto con la madre de María.

    Eran muchos proveedores, cada uno con sus condiciones y tareas pendientes, eran muchos también los detalles a tener en cuenta y no olvidar, y María, que fue toda una novia comprometida y meticulosa, no quería dejar nada al azar.

    Es emocionante cuando la boda va cogiendo forma.

    Poco a poco se va acerando la fecha de la boda en Málaga, yo por mi parte ya había contactado con todos los proveedores, me había reunido ya varias veces con María y David para ir concretando detalles y había solventado alguna que otra incidencia sin importancia, típicas debido a la proximidad de la fecha de la boda. 

    En una de nuestras reuniones junto con Piluca, la encargada de su boda del Catering Quilicua, nos despedimos todos con una sonrisa, estaba todo bajo control, todos teníamos la sensación de que esta boda sería un éxito, habíamos previsto carpa para la zona del banquete, decoración vegetal para vestir la carpa, estufas durante el coctel, en el caso de que hiciese frio y sombrillas para tapar en el caso de que hiciese calor, ya sabemos los malagueños que aquí todo es posible de un día para otro.

    Llegó la semana antes de la boda y María se vino a Málaga para disfrutar de los días previos a la boda, David vendría unos días después.

     Como no puede ser de otra manera, y tratándose de Noviembre, aunque bien es cierto que en Málaga suele hacer buen tiempo, empezamos a mirar al cielo con la esperanza de que para el día de la boda el sol brillase arriba en el cielo y nos diera un día espectacular, o que en su defecto, cayesen algunas gotas sin importancia que no interrumpiesen el funcionamiento del gran día, pero está claro, y no nos pilla por sorpresa a nadie que en cuestiones meteorológicas, nadie tiene poder de decisión.

    La cosa se empieza a poner fea.

    Y entre nervios, llamadas de última hora, concretar cronograma, horarios y ubicaciones con los `proveedores… ¡Estamos a dos días de la boda! Y no os puedo negar que yo, a día de hoy tras tantas bodas, también me pongo nerviosa las horas finales y repaso una y mil veces que todo esté correcto. Pero estos previos, por desgracia nos fueron como lo suelen ser habitualmente…

    Zapatos de María.
    Carlos Felipe
    Ramo de novia de María de su boda en Málaga.
    Carlos Felipe

    Y sin esperarlo…

    Para sorpresa de todos, a dos días de la boda,  nos llega una alerta por lluvias fuertes, una Dana, que dejaría lluvias torrenciales aquí en Málaga y en todos los teléfonos y por primera vez, oímos las alerta. Con miedo pero siendo optimistas, sería cuestión de un par de días y volvería a salir el sol y seguro que para el día de la boda, habría pasado la tormenta. 

    María y David, aún llenos de incertidumbre no perdieron nunca la sonrisa, siempre optimistas esperando su gran día, y yo, pues que queréis que os diga,  aquí en Málaga el tiempo no suele ser un problema, teníamos todo previsto por si llovía y como siempre me gusta decir, a los fotógrafos les encantan los días nublados, así que me mantenía optimista y centrada en que el cronograma estuviese perfecto y no hubiera ningún contratiempo… Ilusa de mí.

    Todo esto que os cuento, era el jueves antes de la boda (que era el sábado) y esa noche, llegó la Dana a Málaga, llovió como si no hubiese un mañana e incluso hubo momentos que cayeron granizos, todos empezamos a recibir imágenes de una Málaga inundada, colegios, aeropuertos, carreteras cortadas… un sinsentido doloroso y desagradable, cabe destacar que no se conocían daños personales, que era lo que en ese momento, más nos preocupaba a todos los malagueños. 

    Nuestra finca, la finca donde se celebraría la boda, estaba a las afueras de Málaga;

    Así que en principio no suponía un inconveniente. Tengo que reconocer que me preocupaba mucho el tema de los traslados de los autobuses y coches, ya que desde la Iglesia, en pleno centro de Málaga, se podrían dificultar bastante los traslados.

    Se hizo de día, y empezaron las llamadas y los intercambios de mensajes, uno de ellos de María, la novia, que me decía que su padre, nervioso,  había visitado la finca y estaba todo bien. Ya no llovía de esa manera y los servicios de emergencia y operativos estaban dando todo para restablecer la normalidad, cuando, recibo una llamada que me dice que la finca está inundada, que desde la entrada no se observa, pero que el barro llega a una altura de mas de un metro.

    Empieza el movimiento…

    Lo sucesivo fueron muchas llamadas, mensajes buscando soluciones, desde la finca, contrataron máquinas para quitar ese agua, con la absoluta esperanza que se podría salvar la situación, pero y María y David… mis novios, esos que habían puesto tantas esperanzas e ilusión en su gran día, que veían que en cuestión de horas, todo se estaba desmoronando… Pues os diré que ellos, en su angustia y desespero comprensible, no perdieron la melodía de su voz, siguieron siendo tan cariñosos y educados, no dejaron que los nervios asomasen de ninguna forma negativa.

    Ese jueves fue transcurriendo con malas noticias, aún a pesar de los esfuerzos de la finca en acondicionarla para la boda, era inviable, los daños habían sido demasiados importantes, para solventarlos en un sólo día y hubo que tomar la drástica decisión de buscar otra finca a un solo día de la boda.

    Tengo que decir que el trabajo de Piluca, a cargo de Catering Quilicua, fue fundamental… y se encontró otra finca.

    Durante el viernes, después de una infinidad de gestiones, llamadas, favores y mensajes, la nueva finca estaba dispuesta a poner todo de su parte para celebrar la boda y a tan solo horas del gran día, un equipo maravilloso de profesionales, dieron todo y más de lo que estaba en su mano para que María y David tuvieran su boda soñada.

    Llegó el sábado, llego el gran día y empezaron los preparativos,

    Tengo que destacar la entereza y resiliencia de unos novios increíbles que supieron afrontar los contratiempos y encajarlos de la mejor manera posible, y la enorme profesionalidad de todos los proveedores, que se unieron para formar un equipo inmejorable.

    María llegó a la Iglesia, preciosa, donde la esperaba nervioso David, como si de un milagro se tratara, el sol presidia un día que seria mágico, había pasado la tormenta.

     Se dieron el sí quiero y a la salida, los recibía, ya como marido y mujer,  un conjunto de gaitas y el himno de Asturias presidiendo un momento mágico.

    La nueva finca recibió, engalanada, con flores y guirnaldas de bombillas a los novios e invitados, con un cóctel de bienvenida exquisito, un grupo de música que puso a todos a bailar, al aire libre, con una temperatura inmejorable.

    El día de la boda siguió como estaba previsto:

    Con un banquete al aire libre, cuidadosamente decorado, con un discurso de la pareja que hizo que a más de uno se le saltasen las lágrimas, un baile nupcial especial y sentido y una fiesta donde se descargaron tensiones y se disfrutó al máximo. 

    Volví a casa contenta, me dejé a María y David disfrutando de su fiesta, vi sus caras de felicidad durante todo el día, me quedé con cada abrazo, con cada mirada cómplice y cada te quiero que escuche ese día. 

    María me dijo que ella creía en Dios y sabía que el la ayudaría, yo, creo en las buenas personas y tanto María como David, lo son, merecían tener la boda de sus sueños.

    Carlos Felipe
    María entrando con su padre a la Iglesia.
    Carlos Felipe
    María y David el día de su boda en Málaga.
    Carlos Felipe
    María y David saliendo de la Iglesia.
    Carlos Felipe

    Si quieres ver un poquito más sobre esta preciosa boda, pincha aquí.